Los Aztecas
decapitaron
a la estampa de tu cabeza mexicana;
y cincelaron, como todos,
a la usura de su Fe
sobre la roca de tu carne.
Pupilos elegidos, ¡deslumbradas pupilas
vírgenes!
...preguntándose por el significado
del rodar de sus cráneos crédulos...
Astronómicamente briagos y dentro de un friso,
mis pájaros de piedra, coloreados,
se levantan en estampida,
en miríada de Cosmos.
Carentes de tiempo.
(tíriti trán tán tán)
¡Te espero yo! Tragedia.
Fumando tranquilidad y, curioso:
atrayendo muñequitos crudos.
y heredad de la tierra una memoria, hermanos.
Nuestros brazos trazan otra Historia:
Titiriteros tristes, que cázan futuros, yo:
te escruto con mis trabajos. Triada,
de mundos duros...
¡me procuré del casto conjuro! de tu,
Fe aperreada; aprendida
en lo oscuro...
eres, del miedo,
lo más puro.
...¡No me persignaré
al entrar en tus iglesias!...
te veo tiritar, creyente, y me digo:
¡no pudo!,
salió al sol temeroso
pero decidió volver al zulo:
de cara a la caverna
siempre tuyo:
preferiré creer
en aquello que duele,
y de lo que dudo. Algo, que es
seguro
(tíriti trán tán tán)
dime si yo te digo que te quiero
incertidumbre que calienta mi lumbre;
dime si yo te digo que no creo,
¡que no quiero!
más cuentos de cielos y celos;
de infames infiernos y credos, ¡todos peros!...
que te digo que mi castigo
vive en el hombre, que quiere y quiere,
que llora y devora:
niño del niño, que te requiere
y quiere, con lo que puede.
el mar que nos habita y grita,
se balancea con la luna, a púlsos
de balacera...
¡a puros caprichos de viejo pendejo!
la tierra no espera.
El arte nos banaliza
y la iglesia nos idiotiza....quiera que no
nos vengan luego
¡conque otro Prometeo,
nos robó el fuego!